Historia y variedades

Té Rojo:

El té pu-erh es conocido también como té rojo en todo el mundo. Su nombre proviene de la región de Pu'er de Yunnan China, de donde procede. Al contrario que otros tés, que suelen tomarse tras su recolección, el proceso de fermentación de esta variedad de la sinensis puede durar de 2 a 60 años en barricas de roble, lo que hace que las hojas alcancen un color cobrizo y,  por lo tanto, también la infusión.

PROPIEDADES:
Al té rojo  se le atribuyen importantes propiedades curativas como ayudar a perder peso, reducir los niveles de colesterol malo en sangre o colaborar con la digestión. Se ha demostrado que el te rojo ayuda a acelerar el proceso de depuración, lo que activa el metabolismo del hígado. Además, refuerza el sistema inmunitario, protege de infecciones y posee efectos bacteriostáticos.
Facilita la digestión cuando se consumen comidas ricas en grasas, y estimula la secreción de las glándulas digestivas por lo que es muy recomendable tomar uno tras la comida, mejor que tras la cena ya que también es una bebida estimulante. Según los especialistas, para que sus efectos se hagan sentir, está indicado que se consuman, al menos, tres tazas diarias del té. Algo que puede parecer excesivo en el mundo occidental, pero que es absolutamente común en otros sitios como en Asia.

Té Negro:
El té negro  es un té que se encuentra oxidado en mayor grado que las variedades de té verde, oolong y té blanco.
Después de cosechadas, las hojas se marchitan mediante secado con aire, posteriormente el proceso de fermentación puede hacerse tanto a máquina como manualmente, oxidando las hojas bajo condiciones controladas de temperatura y humedad. 
Este proceso también es denominado fermentación.
El té negro generalmente posee un aroma más fuerte y contiene más cafeína que otros tés con menores niveles de oxidación.
PROPIEDADES: 
El té negro tiene propiedades calmantes sobre el estómago y los intestinos. Previene la diarrea. Aplicándolo sobre la piel trata las inflamaciones cutáneas y las quemaduras.

Té Verde:
El té verde tiene una oxidación mínima durante su procesado. Es por esto que tiene menos cafeína que el té negro. El té verde no es fermentado, a diferencia del té negro. Las hojas se recogen frescas. Después de someterse a la torrefacción, se prensan, enrollan, trituran y se secan. Los principales países productores de té verde son China y Japón.

PROPIEDADES:
Los beneficios medicinales del té verde han sido descritos desde hace más de un milenio.
Entre sus propiedades destaca la de ser un fabuloso antioxidante, lucha contra los radicales libres, que son los causantes del envejecimiento celular. Además frena la activación de los tumores o retardan su crecimiento. Es un eficaz cardioprotector. Reduce el colesterol nocivo impidiendo su absorción en el tracto digestivo y ayudando a eliminarlo. Impide la formación de coágulos, previene los infartos y los accidentes vasculares cerebrales. Combate la hipertensión. Fortalece el sistema inmunitario y previene las caries dentales.